28 de Enero: La Hoguera Bárbara de Eloy Alfaro
Las nuevas condiciones
políticas creadas por el Alfarismo se visibilizaban en la sociedad. Un
nuevo alzamiento de campesinos, obreros urbanos e intelectuales representaban
un verdadero riesgo para las burguesías sobre dos aspectos sustanciales: la
propiedad de la tierra y las actividades del capital financiero operado por la
banca.
Eloy Alfaro significaba un peligro
para la burguesía ecuatoriana y los terratenientes, por su naturaleza personal
y su identificación con los sectores populares. Algunos poderosos de la Costa
estaban dispuestos a que se crearan instituciones civiles, sin la injerencia
directa y visible de la iglesia católica, pero temían que Alfaro fuera más
lejos y fortaleciera a los grupos populares urbanos e incluso a los campesinos.
Los importadores estaban disgustados por la política del Alfar ismo a favor de
los artesanos y protección de la industria nacional.
Alfaro vuelve al país del exilio en
Centroamérica en calidad de mediador por los sucesivos derramamientos de
sangre. Es tomado preso, llevado a Guayaquil y asesinado de forma cruel junto
con otros compañeros. Son llevados a Quito en el propio tren que construyó y expuestos
a la furia de una muchedumbre azuzada por la prensa y los enemigos.
El 28 de Enero de 1912 es asesinado
en su celda del panóptico, luego es arrastrado por las calles de la capital e
incinerado en el parque El Ejido junto con su hermano Medardo, su sobrino
Flavio y los radicales Ulpiano Páez, Manuel Serrano y Luciano Coral.
La multitud agitada por la prensa,
sectores de la Iglesia Católica, los aliados de los terratenientes de la
burguesía costeña, y de los liberales moderados participaron en el asesinato e
inmolación de Eloy Alfaro y sus seguidores, lo cual constituye un hecho
execrable que marcó la vida política del país y reveló el carácter violento de
las oligarquías nacionales, las mismas que habían usado permanente la
estrategia de los asesinatos y desaparición de ciudadanos para evitar el
fortalecimiento del poder popular.
